viernes, 19 de agosto de 2011

La gloria toda sea a Dios



¿Ha visto líderes que se roban toda la gloria y estando en la cumbre del éxito se olvidan de Dios y de que fue El quien les ayudó a ascender? Probablemente si. Hay pastores, obreros y hombres que
parecen atribuir a sus méritos y no al poder divino, los logros que cosechan en su desenvolvimiento.

Pregúntese ahora cuántas veces ha robado a Dios el lugar de primacía que le corresponde. Es
probable que como líder o siervo disfrutes de los momentos de reconocimiento, pero es a El a quien
debemos exaltar. Nunca olvides que ustedes y yo somos solo eso, siervos que cumplen una misión. La honra y gloria corresponden a Dios nuestro Señor.

Con frecuencia Satanás nos vende la idea de que no tenemos las capacidades para desarrollar
alguna tarea. Pero no es otra cosa que su estrategia para sacarnos del camino. Dios no busca hombres perfectos,porque quizá el orgullo los ha doblegado y no podrán cumplir su misión. Busca hombres que permitan el trato divino. Es a ellos a quienes puede moldear y a quienes usa en sus planes.

Dios mismo nos proveerá de los medios necesarios para que cumplamos la tarea exitosamente.
No se preocupe por eso; preocúpese por disponerse para El.

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